Hemos encontrado en el blog de Lluis Gisbert la siguiente entrevista, que transcribimos por su interés.
Entrevista a C.G.Jung sobre astrología
Entrevista realizada a Carl Gustav
Jung en mayo de 1954 por los astrólogos Jean Carteret y André
Barbault, redactor jefe de la revista en que se publicó
(L’Astrologie, nº 8, 40 Tr. 1969, París). CharlotteTriciaHanson.com
Traducción: Jose Luis San Miguel de
Pablos.
P. Profesor Jung ¿qué relación encuentra entre la Astrología y
la Psicología?
R. Ha habido muchos casos de
analogías chocantes entre la constelación astrológica y el suceso
psicológico, o entre el horóscopo y la disposición caracterológica.
Incluso existe la posibilidad de una cierta predicción en cuanto al
efecto psíquico de un tránsito, por ejemplo. Se puede esperar, con
un grado de probabilidad bastante alto, que cierta
situación psicológica bien definida venga acompañada por
una configuración astrológica análoga. La Astrología consiste
en configuraciones simbólicas, como el inconsciente colectivo del que se
ocupa la Psicología: los “planetas” son los Dioses, símbolos de las
potencias del inconsciente (en primera línea y más allá).
P. ¿De qué modo: físico, causal, sincrónico…, piensa usted que pueden
establecerse estas relaciones?
R. Me parece que en este caso se
trata sobre todo de ese paralelismo o simpatía que llamo sincronicidad:
relación acausal que expresa aquellos nexos que no se dejan
formular por la causalidad, como por ejemplo la precognición,
la premonición, la psicokinesia (PK), y también lo que se
llama telepatía. Dado que la causalidad es una “verdad
estadística” hay excepciones de naturaleza acausal que pertenecen a
la categoría de los acontecimientos sincronísticos (y
no sincrónicos). Guardan relación con el “tiempo cualitativo”.
P. ¿Qué actitud mantiene usted ante posiciones de los astrólogos que
admiten la existencia de un terreno psicológico desde el nacimiento, y de
los psicoanalistas que explican la etiología de las neurosis a partir de
las primeras experiencias de la vida?
R. Las primeras experiencias de la
vida deben su efecto específico (patógeno) a la influencia del medio por un
lado y por otro a la predisposición psíquica, es decir, a
la herencia, que parece expresarse de manera reconocible en el horóscopo.
Este último parece corresponder a un cierto momento del diálogo mutuo de
los dioses (lo que significa: de los arquetipos psíquicos).
P. La Astrología introduce en sus principios la noción de un tiempo
cualificado en el universo. ¿Reconoce usted su papel en la psique
individual (problema de los ciclos y de los tránsitos)?
R. Esta es una noción de la que yo
también me he servido antes, pero la he reemplazado por la idea de
sincronicidad, que es análoga a la de simpatía o correspondencia, o a la
de armonía preestablecida de Leibnitz. El tiempo no es nada. Sólo es
un modus cogitandi del que nos servimos para expresar y formular el flujo
de las cosas y de los acontecimientos, lo mismo que el espacio no es más
que un modo de caracterizar la existencia de un cuerpo. Cuando no sucede
nada en el tiempo y no existe ningún cuerpo en el espacio, entonces no hay
ni tiempo ni espacio. El tiempo es siempre (y
exclusivamente) ”cualificado” por los acontecimientos, como lo es el
espacio por la extensión de los cuerpos. Pero esto es una tautología
y no quiere decir nada, mientras que la sincronicidad (no
el ”sincronismo”) expresa el paralelismo y la analogía entre
los sucesos, en tanto que no causales.
Por otra parte, el
“tiempo cualificativo” es una hipótesis que se esfuerza en explicar
el paralelismo de ciertos acontecimientos en términos de causa
y efecto. Pero dado que el “tiempo cualificativo” es una hipótesis
que se esfuerza en explicar el paralelismo de ciertos acontecimientos en
términos de causa y efecto. Y dado que el tiempo cualificativo no es más
que el flujo de las cosas, y aparte de eso tan “nada” como el espacio
mismo, esta hipótesis no establece más que la mera tautología.
La sincronicidad niega la causalidad
como explicación de la analogía entre los acontecimientos terrestres y
las constelaciones (salvo en lo que se refiere a la desviación de los
protones solares y su posible efecto en los acontecimientos terrestres), y
particularmente la niega en todos los casos de percepciones
extrasensoriales (ESP), sobre todo la precognición, ya que no resulta
imaginable que se pueda observar el efecto de una causa inexistente o
que todavía no existe. Lo que se puede establecer en Astrología es la
analogía de los sucesos, pero en modo alguno que una serie sea el efecto o
la causa de otra. (Por ejemplo, la misma constelación significa una vez
una catástrofe y, en el mismo caso, otra vez un reuma …) De todos modos el
caso de la astrología no es nada sencillo: existe esa desviación de
los protones solares, a causa de las conjunciones, oposiciones
y aspectos de cuadratura por una parte, y los trígonos y sextiles por
otra con sus influencias sobre la radio y sobre otras muchas cosas. No soy
competente para juzgar que importancia debe serle atribuida a esta
posibilidad causal. En todo caso, la posición de la Astrología entre los
métodos intuitivos es única y particular, y si existen razones,
para dudar de una teoría puramente causalista por una parte, también
de la validez exclusiva de la hipótesis sincronística, por otra.
P. ¿Ha constatado usted, en el
transcurso de tratamientos analíticos, fases de resistencia y otras de
fácil resolución, en relación con tránsitos en el tema del paciente?
R. He observado muchos casos en los
que una fase psicológica bien definida, o un hecho análogo, ha estado acompañado
por un tránsito (sobre todo, aflicciones de Saturno y de Urano).
P. ¿Qué críticas mayores hace usted a los astrólogos?
R. Si es que me atrevo a
pronunciarme sobre un terreno que sólo conozco muy superficialmente diré
todo lo más que el astrólogo no siempre considera sus indicaciones como
puras posibilidades. La interpretación es a veces demasiado literaria
y poco simbólica, y también demasiado personal. El zodiaco y los planetas
no son rasgos personales, sino más bien datos impersonales y objetivos.
También pienso que la interpretación de las casas debería considerar
varios “niveles de significación”.
P. ¿En qué vía estima que sería deseable se orientase el pensamiento
astrológico?
R. Es evidente que la astrología
puede ofrecer mucho a la Psicología, pero en qué puede esta última
contribuir al avance de su hermana mayor es menos evidente. Por lo que yo
puedo juzgar me parece que sería conveniente para la astrología
que se diese cuenta de la existencia de la Psicología, sobre todo de
la que estudia la personalidad y el inconsciente; estoy casi seguro de que
se podría aprender algo de su método de interpretación simbólica. Se trata
de la interpretación de los arquetipos (los Dioses) y de sus relaciones
mutuas, lo que es común a las dos artes. Es la psicología del inconsciente
la que se ocupa particularmente del simbolismo arquetípico.
Y como complemento... este vídeo del blog de Lluis Gisbert
Y como complemento... este vídeo del blog de Lluis Gisbert
Psicoterapia y astrología from Lluís Gisbert on Vimeo.
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