domingo, 23 de enero de 2011

Las tres realidades: sensorial, psíquica y metafísica (2)

 Y la vida Sigue... Confieso haber sufrido 
Ángel Almazán, Sotabur, Soria, 2009, pp. 113-120
DÉCIMOCUARTA ESTACIÓN.  EL NUEVO PARADIGMA CUÁNTICO

Soria, 4 de octubre de 2008

Desde el solsticio hasta el día de hoy estuve releyendo diversos capítulos de varios libros de Jung y de sus discípulas en torno a la incognoscible naturaleza primigenia de la psique y de la materia. También leí a otros autores sobre lo que se ha venido en llamar como el nuevo paradigma cuántico que, más allá de su ámbito científico centrado en la microfísica, ha alentado a diversos pensadores –Jung incluido, y especialmente a la que fue quizás su mejor discípula, Marie Louise von Franz- a encontrar analogías-conexiones-derivaciones en la psique e, incluso, en la relación cuerpo-mente.

Es lamentable que el paradigma cuántico siga siendo un gran desconocido por la inmensa mayoría de las personas, pese a haber transcurrido tres cuartos de siglo desde que la física clásica mecanicista sobre la materia, el espacio y el tiempo surgida a partir de Newton quedase puesta en entredicho científicamente por la serie de paradojas descubiertas por la física cuántica subatómica, y también por la teoría de la relatividad de Einstein. Nos siguen educando con el paradigma físico mecanicista, desgraciadamente, y ello hace que veamos al Universo, a nuestro planeta y a las cosas, “sin alma”, considerando únicamente como real todo aquello que nuestros sentidos captan físicamente.

sábado, 22 de enero de 2011

Las tres realidades: sensorial, psíquica y metafísica (1)


Comencemos con esta serie de posts en torno a las "realidades" a través de este pequeño documental que entremezcla películas y física cuántica. Iremos "desguazando" las percepciones de la "realidad" a diversos niveles. ¿Preparados para el viaje..?


Y ahora Amit Goswami


Nuevamente Amit Goswami


Esto, de momento... La película Matrix también me ocupara varios posts

miércoles, 12 de enero de 2011

Encuentro imaginario con Jung en Eranos

De mi libro El enigma de la tradición hiperbórea de los celtíberos de Numancia ( Angel Almazán, Ed. Sotabur, Soria, 2005), extraigo este capítulo de la parte media de dicho ensayo novelado en el que el protagonista, Oliverio Ortego, que está como invitado en el Círculo Eranos por Mircea Eliade, conversa con Jung.


Ascona (Suiza), 23 de agosto de 1950 —  16.30 horas.

Ha sido un día memorable.  Escribiré tan solo de lo más importante del día:Carl Gustav Jung.
Eliade se sentó a su izquierda y yo al lado de Eliade, a su siniestra también. La conversación, co­mida incluida, duró desde las doce y media hasta las tres de la tarde.

Eliade me puso en antecedentes mientras nos encaminábamos hacia Casa Eranos por la mañana. Me dijo que Jung había superado el reduccionismo psicoanalítico de Freud, y que, al frente de una nueva escuela, la psicología profunda o analítica, se había adentrado en la interpretación del simbolismo arquetípico de los mitos tras descubrir que sus pacientes tenían, en ocasiones sueños grandes, como él los llamaba, en los que aparecían imágenes y situaciones oníricas que adquirían sentido cuando se recurría a la mitología y al simbolismo. Eliade había aceptado de Jung varias conceptos suyos, pero consideraba la Histo­ria de las Religiones de mayor valor hermenéutico.

“Llamado o no llamado, Dios está siempre presente”. Esa es mi mayor convicción interior tras una larga vida como psicólogo, señor Ortego —me dijo—. Tengo en el frontis de mi vivienda, en Kusnacht, esta frase escrita en latín y en mi testamento he pedido que la graben también en la estela que se erija sobre mi tumba. Como psicólogo tengo que hablar de lo que acaece psíquicamente y he renunciado una y otra vez a escribir, en mi trabajo como científico, acerca de la metafísica. El psiquismo humano capta arquetipos, estructuras colectivas originadas desde la creación del hombre que condensan la experiencia de la humanidad ante cualquier aspecto de la vida, incluido el religioso.

sábado, 8 de enero de 2011

Parsifal, de Mangrané y Serrano-Cinesofía 3

LO ARTÚRICO-GRIÁLICO EN LA LITERATURA Y OTRAS ARTES (6)
SORIAYMAS.COM- Ángel Almazán de Gracia - 25/11/2006


Pocas películas nos han llegado tan "dentro" como "Parsifal", film español de 1951, tan excepcional. Basada en la ópera de Wagner, y con su música de telón de fondo, esta visión cristiana del Grial es única.

 
DEL DIARIO DE ÁNGEL ALMAZÁN: Jueves, 10 de noviembre de 1983.- Bellaterra. Universidad Autónoma de Barcelona. (incorporado posteriormente este relato en el libro Y LA VIDA SIGUE...)  En Soriaymas hay otros muchos artículos griálicos.


Acabo de ver PARSIFAL en la sala de cine de la facultad de Ciencias de la Información. La película es española, muy antigua, pero ha sabido captar en toda su esencia la epopeya del Grial y de Parsifal. Está dirigida por Daniel Mangrané y Carlos Serrano de Osma.

Al final del filme, unas lágrimas se han deslizado por mis ojos. No he podido evitarlas porque el mensaje arquetípico-esotérico del PARSIFAL lo he sentido en mi alma.

jueves, 6 de enero de 2011

Carta de Jung sobre el niño divino del renacer espiritual en la mujer

De una carta de Jung a Joan Corrie, de finales de 1919 o primeros días de 1920. Comentarios que hace Jung analizando un sueño de J.Corrie.


"El centro de uno mismo no es necesariamente el ego consciente. Es algo mucho mayor.

Usted tiene lo necesario: el dios vive en su interior. Pero necesita más introversión (segundo sueño) para percibir esa voz. Es una voz tenue de un niño pequeño, pero poderosa y llena de sabiduría.

El niño no viene de ninguna parte, no existía hasta que ha sido generado por uno en todas partes, donde se ha ocultado como un dios desmembrado y disperso. Este niño en su infinita pequeñez es la individualidad que usted desarrolla, y con práctica, es un dios: más pequeño que lo pequeño, pero más grande que lo grande. El creador primigenio del mundo, la libido creativa ciega, se transforma en hombre a través de la individuación, y de este proceso -que es como el embarazo- nace el niño divino, un niño renacido, ya no disperso entre los millones de criaturas, sino como uno y este individuo, y al mismo tiempo todos los individuos, lo mismo en usted que en mí.