sábado, 27 de noviembre de 2010

Imaginación Activa Creadora en Jung -4-

Diálogo con el Anima y Animus


En "El yo y el inconsciente" Jung da algunos apuntes sobre la técnica de diálogo con los arquetipos del Anima y del Animus. El diálogo es, por supuesto, una de las modalidades expresivas más recomendables en la técnica de la Imaginación Activa, como reitera Jung en su autobiografía, donde señala que hay que dejar a un lado los escrúpulos racionales y hablar con tales figuras como si fueran reales. Esto es lo que señala en "El yo y el inconsciente" respecto al diálogo con el Anima:

- "Puesto que la psique no es modo alguno una unidad, sino una pluralidad de complejos contradictorios, no nos resulta muy difícil la disociación necesaria para un diálogo con el anima. El arte solo consiste en prestar voz a la invisible anima, poner a su disposición, por unos momentos, el mecanismo de la expresión, sin dejarse vencer por la repugnancia naturalmente experimentada ante tan absurdo juego consigo mismo ni por la duda de la "legitimidad" de la voz de la interrogada anima (...) Partiendo del hecho de que, en momentos de afecto, muchas veces se revelan las verdades del otro lado, es aconsejable aprovechar precisamente un momento de afecto para darle ocasión de expresarse. Podríamos decir igualmente que deberíamos ejercitarnos en el arte de hablarnos a nosotros mismos desde un afecto y dentro del marco de él, como si estuviese hablando el afecto, sin tener en cuenta para nada nuestra crítica razonable. Mientras hable el afecto, se ha de reprimir la crítica. Pero una vez que el afecto haya expuesto el caso, se ha de ejercer la crítica tan concienzudamente como si el interrogado fuese un individuo real que nos importara mucho. Y no ha de terminar aquí el diálogo, sino que las afirmaciones y réplicas deben sucederse todo el tiempo que sea necesario para llegar a un final satisfactorio en la discusión.

Sólo el sentimiento subjetivo ha de decidir si el resultado es o no satisfactorio. Desde luego de nada sirve engañarse a sí mismo. Son condiciones imprescindibles para esta técnica de educación del anima la escrupulosa sinceridad frente a sí mismo y la abstención de anticipar precipitadamente lo que acaso podría contestar el otro lado"

En cuanto al diálogo del yo femenino con el Animus:

- "La técnica es, en principio, la misma que en el caso del anima, sólo que aquí se trata de opiniones y no afectos. Y estas opiniones, la mujer debería apartarlas de sí con espíritu crítico, no para reprimirlas, sino para investigar su procedencia, a fin de que la investigación le permitiera penetrar en su trasfondo, en donde tropezaría entonces con las imágenes primitivas, igual que lo consigue el hombre al dialogar con el anima".Y Jung, sincero, advertía: "No recomiendo esta técnica, como cosa necesaria o siquiera útil, cuando menos a nadie que no recurra a ella obligado por la necesidad". No se trata de un "juego de salón" ni mucho menos.

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